Thursday, February 19, 2009

¿Dónde está el piloto? (a propósito del viaje presidencial a Cuba)

El viaje de la comitiva oficial encabezada por el Presidente de la República aproximadamente a partir del 14 de febrero, deja muchas dudas sin resolver; y el nudo del asunto es la entrega de la Orden del Quetzal al comandante Fidel Castro. Si la distinción se debía dar o no es un asunto ideológico que no tiene relevancia para el presente artículo. Se dio y el análisis parte de allí.

La primer pregunta es si la dichosa entrega a domicilio del galardón (no recuerdo un caso similar) fue coordinada por los canales diplomáticos o directamente por la Presidencia. Considerando la experiencia del Canciller en temas internacionales, éste sabe muy bien que cuando los Jefes de Estado se sientan a firmar documentos, estos ya han sido discutidos hasta la última coma, y el cónclave es para formalizar acuerdos alcanzados. En este caso, siendo asunto de Estado (pese a que el comandante está retirado), la entrega de marras debía estar arreglada hasta el último detalle. Por pura suposición, diría que la cancillería no intervino y eso abona a un error tanto diplomático como político.

Me pregunto: ¿A quién preferiría Fidel Castro dar un apoyo público: Alfonso Bauer Paiz o Álvaro Colom?. La pregunta viene a cuento porque Alfonso Bauer Paiz, viejo conocido de Fidel Castro, había declinado públicamente recibir la misma distinción. Por tanto, al recibirla o negarla, Fidel Castro estaría emitiendo sentencia. ¿Acaso no se consideró este ángulo de la situación?

Por otra parte, la visita reciente de Jefes de Estado a Cuba y al lecho del convaleciente comandante representan un apoyo político a la isla. Me pongo a pensar si el viaje del presidente Colom no buscaba lo contrario (apoyo político de Cuba a Guatemala), lo que daría lugar a una conducta “arisca” por parte de Fidel Castro. ¿Por qué digo esto? Porque en los meses recientes, Álvaro Colom (haciendo su trabajo) ha buscado colocar a Guatemala en situación de liderazgo regional, principiando por sentar en el país la sede de una iniciativa para la lucha contra el tráfico continental de drogas. Lo malo es que en este momento Guatemala no tiene credenciales recomendables para semejante liderazgo en ese y otros temas, lo que hace que los esfuerzos por capitanear algún equipo regional no alcancen ni para el arranque. ¿El apoyo político de Cuba serviría a Guatemala para avanzar cualquiera de sus iniciativas? Obviamente sí, si hablamos de la órbita de los gobiernos de izquierda en Latinoamérica, y la posible emergencia de un nuevo jugador: El Salvador.

Para rematar las cosas, el empresariado guatemalteco dio muestras de un bajísimo IQ político. ¿Cuál es su mensaje?: Nos interesa su dinero, pero no nos interesa enterrar el pasado. Como si no supieran que la tal Orden del Quetzal está bastante devaluada por el uso y abuso oportunista de varios gobiernos.

Así las cosas, pareciera que la comitiva fue a la isla a darse tremendo baño: de bochorno.

Saturday, February 7, 2009

LAS MOTOCICLETAS NO DISPARAN

Entre las muchas cosas que se combinan para hacer sentir a los guatemaltecos que estamos de rodillas e indefensos ante el crimen se encuentra el sicariato en motocicleta. Muchos asaltos y asesinatos se realizan por hombres fuertemente armados que se desplazan en pareja en estos vehículos.


Voces alzadas buscan, en algunos casos, proponer soluciones para reducir el problema y en otros, dar un golpe mediático y ganar simpatías electoreras. De su combinación surgen ideas como la de emitir una ley para que los motociclistas porten un chaleco especial y casco mostrando en carácteres grandes el número de matrícula. También se prohibiría llevar pasajeros y se haría que “circulen solamente sobre el carril derecho, a una distancia no mayor de un metro de la acera”, so pena de multas pecuniarias.


Veo estas iniciativas con desilusión, porque indistintamente de las intenciones, resulta una medida sin impacto en el sicariato. Estos son mis argumentos:

La motocicleta es un vehículo al que han recurrido muchos ciudadanos por estricta necesidad, para transportar a esposas, novias, vecinos, compañeros de trabajo y demás. Los pasajeros legítimos no se pueden prohibir y una medida tal viola derechos civiles. No se puede combatir el crimen con base en violar derechos legítimos.

Por las calles circulan innumerables vehículos de todo tipo con matrículas o placas metálicas falsificadas (pregunten a cualquier vendedor del mercado La Terminal dónde fabrican placas “hechizas”). Los agentes de las autoridades de tránsito y la policía no hacen nada para sancionar a los propietarios de vehículos o controlar la producción de las matrículas falsas. Por otra parte, basta quedarse cinco minutos en una esquina de alta circulación para ver que muchas motocicletas circulan sin matrícula, o con el letrero “en trámite”. ¿Es esto motivo de sanción? Claro que sí, pero son tantas las violaciones que las autoridades se hacen de la vista gorda. Por lo tanto, los únicos que se verán tratados como ciudadanos de segunda serán los conductores de motocicleta con documentos regulados. ¿En qué cabeza cabe pensar que el sicariato utilizará motocicletas propias y en regla para ejecutar sus crímenes? Es más fácil robar una motocicleta y comprometer a un propietario legítimo. La medida resultará en que al asesinato de pilotos de buses se sume el asesinato de motociclistas, pues el golpe será sencillo: robar una moto, delinquir y cambiar vehículo.


De los sicarios se puede decir que: a) portan armas ofensivas registradas POR EL GOBIERNO como deportivas, armas no registradas, armas propiedad de la policía y armas de fabricación casera, todas ellas cargadas con municiones legalmente adquiridas en la armería de la esquina; y b) en alto número son criminales reincidentes, beneficiarios de medidas sustitutivas y en muchos casos pendientes de captura desde hace años, gracias a la ineficiencia del aparato de seguridad y justicia.


¿No es acaso más sensato resolver la raíz de los problemas antes de tomarla contra todos los motociclistas? Legisladores: no les parece que están haciendo el ridículo nacional e internacional con esta iniciativa, en vez de emitir las leyes que han tenido en su regazo por años: ley de armas y municiones y tipificación de delitos modernos, para mencionar apenas dos? ¿No debería el Organismo Judicial asegurar que los Xitumules dejen de dar medidas sustitutivas legales pero inmorales? ¿no debería existir sanciones por dejar de ejecutar órdenes de captura? ¿Por qué no se implementa el bloqueo de llamadas desde los centros carcelarios, y se retoma el control de los mismos para que dejen de ser el cuartel general del sindicato del crimen?


No creo necesario seguir mencionando cambios al alcance de la mano, si la tienen libre y limpia. Es ridículo y dice muy mal de su “inteligencia” y “mano dura” el querer humillar y reprimir a los motociclistas como medio de enfrentan al sicariato. Empecemos por eliminar la laxitud en la prevención, persecución y castigo del delito. Las motocicletas no disparan y los chalecos reflectivos no obran milagros.