Thursday, January 12, 2012

Con su permiso-Vengo a proponer un trato

Con su permiso…
Columna semanal número 1, Publicada en el Diario de Centroamérica del 12 enero 2012.

Vengo a proponer un trato.

Esta es mi primera aparición en las páginas de Análisis y Opinión del DCA. Llego en un momento pico de calidad y credibilidad. Con su permiso, lectores, compartiré vivencias, experiencias y opiniones sobre asuntos diversos. No hay monopolio sobre la verdad, pues ésta es un pájaro tímido que no se deja atrapar aunque siempre está allí para quien quiere verlo. Así que sin la pretensión de pronunciar la última palabra, hablaré alto y claro, para que se entienda, no para lanzar una red de silencio sobre otras voces. Mi compromiso es de respeto, objetividad y ecuanimidad.

Pienso en esto como en una negociación. En ella hay dos partes activas y puede haber un facilitador. Bajo ciertas condiciones, se desarrolla un proceso de acercamiento lento pero decidido hacia un punto de convergencia, donde ambas partes se sientan satisfechas.

Desde hace diecisiete años llevo en mi billetera una tarjeta plastificada, con principios y procedimientos para una buena negociación. De vez en cuando la leo, para no olvidar, pues su contenido se puede aplicar en muchos aspectos de la vida. Uno de los principios dice: “Sea legítimo para todos”. Eso significa que lo que se argumente o pida durante una negociación o discusión debe ser legítimo, sin trucos, sin intenciones escondidas, sin monedas de a quince. Ese principio estará presente en mis artículos, con su permiso.

Otro principio es ser constructivo. La crítica es necesaria, pero para mejorar las cosas, no para destruirlas. Si no ayuda, no estorbe, dice un amable rótulo que se encuentra en algunos talleres de servicio. La discusión de nuestros problemas no sirve de mucho si no se ofrecen soluciones constructivas y eficientes. A veces las hay, a veces no tanto. Por eso no intentaré proponer recetas ni fórmulas, a menos que conozca sus resultados o pueda documentarlos.

Un pilar más de la negociación nos dice que hay que ser duro con el problema pero suave con la persona. La sabiduría popular lo expresa con más claridad: “Lo cortés no quita lo valiente”. No es necesario llegar al conflicto para exponer o discutir algún problema.

Entre escritor y lector hay un hilo invisible que debe resistir uno, diez, cien elefantes columpiándose. Ese hilo se llama respeto. Si el escritor respeta la inteligencia del lector y no intenta manipularlo, el hilo se fortalece, el respeto construido resiste jalones y estirones. El lector contribuye a través de acompañar en el análisis o como lo dice el título de la columna, otorga su permiso para que quien escriba pase adelante en la intimidad de la lectura y exponga sus ideas.
Por supuesto que no es posible complacer ni estar en acuerdo con todo el mundo todo el tiempo. Sin embargo, aun cuando no se esté de acuerdo, el diálogo puede mantenerse. El espacio del DCA y el blog lo facilitan.

Esa es mi propuesta, una negociación con beneficios para ambas partes.

1 comment:

  1. Mi muy estimado Byron.

    Tiene usted mi permiso para seguir, asi que pase adelante.

    Me gusto la parte de que hay que ser duro con el problema, pero suave con la persona, y como alguna vez dijo Nicole: el suave se hace... Al referirse a su hermano cuando suele andar de pegoste con su mama. (para quienes no la conocen, ella es una de las personitas mas ocurrentes que tengo el gustazo de conocer)

    Asi que lo esperamos para que pase adelante, como siempre, muy bienvenido sera.

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